Bogotá, 31 de agosto de 2022 (@UPRAColombia, @felipeff). Según el Boletín de Abastecimiento y Seguridad Alimentaria que entrega la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), durante agosto los precios de los alimentos tuvieron un repunte debido a la creciente temporada de lluvias que se registra en el país. Los mayores aumentos se presentaron en los precios de hortalizas, frutas frescas, arroz, fríjoles secos, algunos quesos, carne de cerdo y algunos procesados. Lo anterior llevó a que el incremento agregado para este mes presente una variación superior a la observada el pasado julio, cambiando así, la tendencia observada desde el pasado enero: mes a mes, si bien crecían los precios, lo hacían en un porcentaje que resultaba cada vez de menor magnitud.
“En el caso de las hortalizas y las frutas, las alzas se explican en gran proporción por la intensidad y la prolongación del periodo de lluvias en el país, lo que dificulta la recolección, genera pérdidas en el cultivo, reduce la vida útil de los productos y afecta su calidad y presentación. Por otro lado, los menores precios se presentaron casi en la totalidad de las variedades de papa que se ofrecen en nuestros mercados, también en una gran cantidad de los cortes y presentaciones de carne de res y de pollo. Si bien hay un grupo de alimentos cuyos precios aumentaron, existen productos cuyos precios se reducen y brindan a los consumidores la posibilidad de sustituir el consumo.” afirmó Felipe Fonseca Fino, director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA).
Las hortalizas fue el grupo que más aumento presentó en sus precios; los productos que más subieron fueron las cebollas, los tomates, la remolacha, la arveja y el fríjol verde, al igual que las lechugas y los repollos. Este grupo de hortalizas tienen un gran peso en la canasta agroalimentaria, así pues, sus alzas tienen un impacto significativo en la variación agregada de los precios de los alimentos.
La intensificación de las lluvias produce un exceso de humedad que origina que la calidad de muchas hortalizas se desmejore de manera apreciable; también se reduce su oferta por las dificultades que se presentan en la recolección. La relación entre la intensidad de las lluvias se puede observar al examinar la dinámica que presentaron los precios de cinco hortalizas mostrados como un índice en la gráfica siguiente (figura 1).
En las hortalizas se presentaron algunas reducciones de precio, en productos que no son los de mayor consumo. Sobresalen el pimentón, la espinaca, la zanahoria, la acelga y el chócolo mazorca, entre otros. En la zanahoria se presentó una reducción en su precio del orden del 12,5 %.
Las frutas fue el segundo grupo con mayor tendencia al alza en la mayoría de sus productos, lo cual, obedeció a bajas en las cosechas de los limones común y Tahití, de mangos como el común, de azúcar y el Tommy; de aguacates común y Hass, de la mora de Castilla, entre otros. En el caso de los limones, si bien las evaluaciones agropecuarias (EVA) reportaron que su producción se realiza en 521 municipios localizados en 27 departamentos, fue notoria la reducción en el abastecimiento de este producto, situación que llevó a que casi se duplicara el precio del limón Tahití, mientras en el caso del común su cotización aumentó en 69 %.
En los tubérculos, y particularmente en las papas, durante agosto su oferta continúa siendo abundante. Tendencia contraria presentaron las arracachas, el plátano hartón verde y maduro y el ñame diamante. Este comportamiento se viene dando a lo largo de los últimos tres meses y está determinado por la salida de algunas cosechas de papa y la menor oferta de otros tubérculos y plátanos debido a las dificultades climáticas.
Un producto que viene presentando aumentos en su precio, es el arroz. El de primera subió en un 4,4 %; el de segunda, en 5,7 %, y el importado, en 4,8 %. También aumentaron en más de un 10 % los precios de algunos fríjoles secos como son el cargamanto rojo, el nima calima y el bolón; mientras se incrementaron los del garbanzo, en un 5,1 %, y las lentejas, en 6,2 %.
Donde se observó un cambio en la tendencia en sus precios fue en la carne de res y de pollo. De aumentos en julio, en agosto cayeron los precios en la mayoría de los cortes considerados en la canasta del SIPSA; por ejemplo, se redujo el lomo fino de res en 1,6 %; la costilla, en un 1 %, y la sobrebarriga, en un 6 %. En la carne de pollo, cayó el precio del fresco entero sin vísceras en un 2,2 %; la pierna pernil sin rabadilla, en un 1,1 %; al igual que otros cortes, en porcentajes muy cercanos a cero. Caso contrario se presentó en la carne de cerdo, aquí fue muy clara la tendencia al alza.
