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SALA DE PRENSA
Calendario 09/09/2025

UPRA avanza en la Zonificación de arroz riego en Colombia

UPRA avanza en la Zonificación de arroz riego en Colombia

Bogotá, D.C., septiembre de 2025 (@MinAgricultura, @UPRAColombia). La Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) continúa consolidando procesos de ordenamiento y planificación del sector agropecuario con la construcción de la zonificación de aptitud de arroz riego a nivel nacional; instrumento técnico que permitirá identificar las áreas más aptas para este cultivo y orientar la toma de decisiones de política pública.

En Colombia, durante los últimos tres años, el área sembrada con arroz ha registrado una tendencia creciente; y, en 2024, superó las 600.000 hectáreas a nivel nacional. Se obtuvieron más de 3,5 millones de toneladas de arroz Paddy verde. Los Llanos Orientales concentran alrededor de la mitad del área sembrada, con algo más de 320.000 hectáreas, mientras que Tolima y Huila aportaron cerca de 140.000 hectáreas adicionales.

Como parte de la construcción de esta zonificación, el equipo técnico de la UPRA desarrolló la socialización de avances y la validación de los rangos de variables y criterios en territorio, con visitas al Meta, Casanare, Huila, Cesar, La Guajira, Magdalena y Atlántico. En estos recorridos, se llevaron a cabo espacios de diálogo y verificación técnica en campo, en articulación con Fedearroz y con productores que implementan sistemas de riego en sus cultivos.

El propósito de este proceso es construir un instrumento sólido y participativo que contribuya a mejorar la competitividad del arroz en Colombia y, al mismo tiempo, fortalezca la gestión sostenible de los recursos naturales, en especial, del agua”, señaló Renato Baldovino, funcionario de la UPRA.

En esta primera fase de validación, la UPRA identificó que, en el centro del país (principalmente, Huila y Tolima), el arroz riego alcanza cerca del 98 % del área sembrada, distribuidos en los dos semestres del año. En contraste, en los Llanos Orientales (Meta y Casanare), predomina el arroz secano, con un 85 % del área, mientras solo un 15 % corresponde a la modalidad bajo riego. Asimismo, se verificó la relevancia de distritos de adecuación de tierras, como Usocoello y Saldaña en Tolima, que abastecen de agua a gran parte de los cultivos de la región.

Desde el gremio arrocero, resaltaron la importancia de esta labor: “Este tipo de estrategias y documentos son muy valiosos para Fedearroz y para los agricultores de la zona. Si se tiene información clara sobre cuáles son las áreas aptas para el cultivo del arroz riego, las políticas públicas podrán ayudar a que los recursos se distribuyan donde realmente se necesita incrementar la producción”, aseguró Ferney Bautista, profesional de investigación de Fedearroz.

Esta es una excelente articulación porque podemos entablar conversaciones directas con entidades gubernamentales y construir conjuntamente herramientas que impacten de manera positiva al sector arrocero”, destacó Katherine Forero, profesional de Fedearroz.

Tras esta fase de validación, la UPRA avanzará en la consolidación de la información técnica y en la construcción del mapa nacional de aptitud para arroz riego, que se espera esté disponible el próximo semestre en el Sistema de Información para la Planificación Rural Agropecuaria (Sipra), con un documento metodológico que sustente el análisis.

Con esta zonificación de aptitud, la UPRA ratifica su compromiso con la planificación agropecuaria del país aportando instrumentos técnicos que promueven un sector rural más competitivo, sostenible y resiliente.

Sobre el arroz de riego y arroz de secano

El arroz de riego se cultiva con el apoyo de sistemas de irrigación que garantizan un suministro constante y controlado de agua; lo que brinda mayor estabilidad y seguridad en la producción. En contraste, el arroz secano depende principalmente de las lluvias; en efecto, es más vulnerable a fenómenos de variabilidad climática.

El agua, en este sentido, constituye un factor estratégico para la sostenibilidad del sector arrocero. Una adecuada gestión del recurso permite reducir riesgos, garantizar la seguridad alimentaria y fortalecer la resiliencia de los agricultores frente al cambio climático.